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Algunos organismos reguladores han expresado su preocupación por el daño potencial a los competidores y consumidores que podría causar la mencionada fusión. La Autoridad de Mercados y Competencia (CMA) del Reino Unido y la Comisión Europea (CE) también están investigando actualmente la compra propuesta por Microsoft. Si tiene éxito esta iniciativa empresarial, la adquisición sería la más grande en la industria de los videojuegos y la mayor fusión en la historia de Microsoft.

Activision es conocida por producir juegos de alta calidad para varios dispositivos y plataformas. Han lanzado varios títulos exitosos, como Diablo y Overwatch, y su franquicia Call of Duty ha generado más de $27 mil millones en ingresos desde su creación en 2003.

Debido a la oposición de los organismos reguladores y de Sony, Microsoft ha estado tratando de convencer a sus competidores para que apoyen la fusión. Recientemente anunciaron planes para llegar a un acuerdo con Nintendo y Steam, lo que implicaría lanzar la serie Call of Duty en esas plataformas durante la próxima década. Sony rechazó esta oferta y no ha aceptado una propuesta revisada. A diferencia de Valve y Nintendo, a la FTC no le convencen las garantías de Microsoft.

Según la demanda de la FTC, Microsoft ya ha comprado varios estudios de terceros en los últimos años y ha hecho que sus títulos sean exclusivos para sus propias consolas y/o servicios de suscripción. Esto limita la capacidad de los consumidores para jugar estos juegos en otras consolas o plataformas y fortalece la posición de mercado de Microsoft.

La queja de la FTC destaca la adquisición de ZeniMax, la empresa matriz de Bethesda, por parte de Microsoft en 2021. En ese momento, Microsoft había asegurado a la Comisión Europea (CE) que no tendrían el incentivo de retener los títulos de ZeniMax de las consolas rivales durante la revisión antimonopolio de la fusión. La CE aprobó la fusión, pero Microsoft posteriormente se retractó de su palabra y anunció planes para hacer varios títulos de ZeniMax, incluidos Starfield, Redfall y Elder Scrolls VI, exclusivos para las plataformas de Microsoft.

En resumen, la FTC no está convencida de las afirmaciones de Microsoft de que la adquisición de Activision Blizzard "ampliará la competencia y creará más oportunidades para los jugadores y los desarrolladores de juegos", según lo declarado por su presidente Brad Smith. En cambio, creen que la fusión reducirá la competencia y creará un monopolio en múltiples mercados. Si la compra tiene éxito, la empresa resultante tendrá la capacidad y el incentivo para utilizar su propiedad de los títulos de Activision para poner en desventaja a los competidores de Microsoft.

La participación de la FTC en esta situación puede ser la primera señal real de que Microsoft enfrenta una oposición significativa. Es probable que la empresa de tecnología esté al tanto del historial de la FTC, que incluye investigaciones similares de acuerdos y decisiones tomadas por Apple, Google y Meta. Tanto Microsoft como Sony se han involucrado en esfuerzos de relaciones públicas durante el último mes, pero es posible que la verdadera batalla recién comience. Con los desafíos regulatorios de todo el mundo ahora unidos por la FTC, la probabilidad de que el acuerdo no se lleve a cabo ha aumentado.

Etiquetas: Activision Blizzard Microsoft Estados Unidos