Live action de One Piece es aceptada por fanáticos del anime
10 de septiembre
Netflix ha tenido éxito con las adaptaciones de cómics estadounidenses, pero se ha enfrentado a desafíos cuando se trata de adaptar series de manga y anime japonesas a la pantalla chica de una manera que resuene positivamente entre el público. Los intentos anteriores, como las tibias y torpes versiones occidentalizadas de clásicos como Death Note y Cowboy Bebop, llevaron a muchos a mostrarse escépticos sobre la nueva adaptación de acción real de One Piece de Eiichiro Oda. Este escepticismo hizo temer que la adaptación decepcionara a los espectadores, independientemente de su familiaridad con el material original.
En contraste con los anteriores intentos de Netflix de dar vida a personajes bidimensionales esforzándose por la fidelidad visual y recreando momentos icónicos de las series de animación, la adaptación de One Piece se distingue por priorizar con éxito los elementos esenciales. Destaca por captar una sensación vívida del mundo en el que se desarrolla la historia y por ofrecer secuencias de acción que se sienten intrínsecamente integradas en la narración.
Ambientada en un mundo impregnado de mitos, monstruos y piratería desenfrenada, One Piece narra la historia de Monkey D. Luffy (interpretado por Iñaki Godoy), un joven infaliblemente optimista que se embarca en un viaje para hacer realidad su aspiración de toda la vida de convertirse en el Rey Pirata. A pesar de que le repiten que carece de las cualidades necesarias para navegar en alta mar, Luffy, un huérfano criado por un pequeño e inusualmente benévolo grupo de bucaneros liderados por Shanks (interpretado por Peter Gadiot), encuentra encantador todo el estilo de vida de los piratas. Desde la exploración hasta el saqueo y los peligros inherentes que lo acompañan, Luffy percibe este estilo de vida como un destino que debe perseguir.
Los directores de la serie, Steven Maeda y Matt Owens, aportan una perspectiva única a One Piece, dedicando mucho tiempo a tiernos flashbacks que ahondan en la infancia de Luffy como un niño relativamente corriente (representado por Colton Osorio). Estos flashbacks sirven para establecer el contraste entre la realidad fantástica y encantadoramente arenosa del mundo de Luffy y su educación más convencional. Sin embargo, el núcleo de la narrativa de One Piece reside en los acontecimientos que tuvieron lugar años antes del nacimiento de Luffy, en particular el día crucial en que el antiguo Rey de los Piratas, Gold Roger (interpretado por Michael Dorman), inició una competición mundial entre piratas para localizar su legendario tesoro escondido, otorgando así al ganador el derecho a reclamar su codiciado título.
Adaptar un mundo de fantasía tan rico en historias como el original One Piece de Eiichiro Oda a diferentes medios supone un reto considerable. Se trata de encontrar un delicado equilibrio que garantice que todo el mundo se sienta lo suficientemente "aterrizado" como para que los actores de acción real lo habiten de forma creíble, al tiempo que se mantiene fiel (con énfasis intencionado) a la naturaleza caprichosa y fantástica del material original.
Independientemente del presupuesto que un estudio destine a un diseño de vestuario fiel o a efectos visuales que representen habilidades sobrehumanas, sigue siendo difícil sumergir a los espectadores en este tipo de programas si no consiguen crear la sensación de que los personajes de la pantalla habitan realmente mundos plenamente realizados con otras personas que viven sus vidas más allá del marco. Este reto quedó patente en Cowboy Bebop, de Netflix, que involuntariamente se presentó como una colección de viñetas dramáticas o cómicas inconexas, construidas en torno a un decorado central que carecía de compromiso emocional y físico.
Desde el principio, One Piece evita hábilmente este problema aprovechando el rodaje de la producción en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Netflix construyó meticulosamente una serie de decorados amplios y minuciosamente detallados que se prestan perfectamente a la transformación de lugares icónicos del mundo de Oda. Entre ellos, el Going Merry, uno de los barcos característicos de la serie, y el Baratie, un restaurante flotante situado en el mar dentro de un barco con forma de pez colosal.
El momento en que el primer pirata de One Piece irrumpe en el póster animado de "Se busca" señala la intención de la serie de disfrutar de la crónica de la creciente reputación de Luffy mientras se embarca en la búsqueda de su primera verdadera tripulación. Al igual que la rica construcción del mundo en One Piece contribuye a que Luffy se sienta como un personaje completamente desarrollado al comienzo de su aventura única, también sirve para presentar al público al grupo principal de aliados de Luffy, cada uno de los cuales está profundamente inmerso en sus propios viajes personales en el momento en que él entra en sus vidas.
De hecho, el famoso cazador de piratas Roronoa Zoro (interpretado por Mackenyu), la fría y astuta ladrona Nami (encarnada por Emily Rudd), el cuentacuentos en busca de paz Usopp (encarnado por Jacob Romero Gibson) y el franco y talentoso chef Sanji (encarnado por Taz Skylar) comparten motivaciones bastante similares para formar parte de la tripulación de Luffy a medida que se desarrolla la historia de One Piece.
Es en estos momentos cuando One Piece destaca realmente como serie de acción y aventuras, salpicada de secuencias de combate exquisitamente coreografiadas que subrayan la noción de que este mundo está habitado por despiadados asaltantes y algún que otro superser capaz de hazañas extraordinarias como la supervelocidad o el desmembramiento telequinético. Aunque sea un poco exagerado afirmar que todos los efectos visuales de One Piece son perfectos, es importante reconocer que trasladar las habilidades de estiramiento del arte bidimensional y la animación a una experiencia visual satisfactoria en acción real supone un reto único.
Sin duda, un factor importante que contribuye al éxito de One Piece, a diferencia de otras adaptaciones de anime de Netflix, es el hecho de que se basa en la rica tradición de las historias de piratas, lo que hace que resulte algo familiar. Incluso con sus elementos únicos como las habilidades de estiramiento, la gente pez y las extrañas criaturas utilizadas como teléfonos, el mundo de One Piece evoca una sensación de familiaridad, como si hubieras vislumbrado fragmentos de él en otros contextos, pero ahora se explora desde una perspectiva deliciosamente absurda y fresca. Es una serie que sin duda merece tu atención y posee todo el potencial para convertirse en un éxito significativo.
Etiquetas: One Piece Netflix Adaptación Anime