La última punta del triángulo que debe atender el fútbol peruano
27 de enero
La temporada 2025 plantea un reto crucial para los clubes peruanos en el plano internacional: romper la mala racha que los ha alejado de campañas destacadas en torneos continentales. Desde hace años, el factor anímico se ha convertido en un obstáculo invisible pero determinante. Las derrotas recurrentes, muchas veces en rondas preliminares, han minado la confianza de las plantillas, creando un círculo vicioso en el que los jugadores comienzan los torneos con más dudas que certezas. Este año, los equipos tendrán que fortalecer su mentalidad para competir al máximo nivel.
Sin embargo, lo emocional no es el único eje a trabajar. El fútbol moderno exige excelencia táctica y una preparación física impecable, aspectos donde los rivales de otras ligas han sacado ventaja. Los clubes peruanos, como ya lo hemos mencionado en este espacio, deben adaptar su estrategia para neutralizar estilos más dinámicos y físicos, como los de Brasil y Argentina. Además, los entrenadores deberán desarrollar planteos flexibles para enfrentar adversarios con variados sistemas de juego, sin perder identidad propia.
Un enfoque integral, que combine fortaleza mental, trabajo táctico y resistencia física, será clave para revertir el historial reciente. En un contexto en el que las hinchadas exigen resultados y los torneos no dan margen de error, los clubes del Perú están llamados a dar un salto de calidad en todas las áreas. Es su obligación ineludible. Solo así podrán romper barreras y volver a ser protagonistas en el ámbito continental.
Por Federico Colman.
PH: Club
Universitario de Deportes.
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